Uno de los problemas más grandes con las relaciones en esta sociedad, es que el contexto con el que las abordamos es demasiado pequeño. Se nos enseñó que la meta es tener la relación.
Esto comienza en la niñez temprana con los Cuentos de Hadas sobre el Príncipe y la Princesa que vivieron felices para siempre. Continúa en películas y libros en donde “el chico encuentra a la chica” “el chico pierde a la chica” “el chico recupera a la chica”, la música se hace más fuerte y la feliz pareja parte en el atardecer. Las canciones que dicen “no puedo sonreír sin ti” “no puedo vivir sin ti” “Tú eres mi todo”, describen el tipo de amor que hemos aprendido conforme crecimos, amor tóxico, una adicción con la otra persona, como nuestra droga por conveniencia, como nuestro Poder Superior.